La inseminación artificial es un procedimiento mediante el cual se deposita una concentración de millones de espermatozoides sanos en la cavidad uterina de la paciente, con el fin de aumentar exponencialmente las posibilidades de fecundación. Este tratamiento está indicado para quienes tengan problemas de fertilidad por las siguientes razones:
- Endometriosis
- Bajo de recuento de espermatozoides
- Problemas de ovulación
- Problemas de fertilidad sin explicación concreta que no afectan la capacidad de la mujer para recibir un embrión en su útero.
- Bajo recuentos de óvulos
Porcentaje de éxito en inseminación artificial
Depende de los siguientes factores:
- Edad y estado de salud de la mujer
- Tiempo de infertilidad de la pareja
- Calidad espermática
- Uso conjunto de medicamentos para inducir la ovulación
Después del primer intento de inseminación artificial las probabilidades son las siguientes:
- Las mujeres menores de 35 años tienen un 20-25 por ciento de probabilidades de embarazo.
- Las mujeres de entre 35 y 40 años tienen un 12-15 por ciento de probabilidades de embarazo.
- Las mujeres mayores de 40 años tienen un 2-5 por ciento de probabilidades de embarazo.
Esto considerando que los factores mencionados están en las mejores condiciones posibles ya que, de lo contrario, las probabilidades disminuyen.
Investigaciones recientes han descubierto que descansar después del procedimiento podría aumentar las probabilidades de embarazo.
- Las mujeres de la investigación que descansaron en la camilla después de la inseminación durante 15 minutos, aumentaron en 10% sus probabilidades de éxito con respecto a las mujeres que se levantaron de la camilla inmediatamente después del procedimiento.
La cantidad de intentos también juega un papel importante en el éxito
A mayor cantidad de intentos de inseminación artificial siempre bajo las mismas condiciones, aumentan las probabilidades de quedar embarazada. Se trata de eventos con probabilidades de éxito independientes, pero con una probabilidad acumulada cercana al 60-70%. El número de intentos se limita a 4 en la mayor parte de los pacientes, ya que ese 60-70% de pacientes logra su embarazo en estos 4 intentos y un porcentaje muy menor en un 5° o 6° tratamiento.
Para lograr las probabilidades de éxito buscadas en una inseminación artificial se debe:
- Controlar el ciclo menstrual de principio a fin siempre con supervisión del médico tratante.
- Realizar un espermiograma antes de realizar el tratamiento para asegurar un número mínimo de espermatozoides al momento de realizar la inseminación.
- Realizar el procedimiento durante la ovulación. A pesar de que los espermatozoides pueden vivir hasta 7 días dentro del útero, y según esto sería posible realizar la inseminación de forma anticipada o posterior a la ovulación, las mejores probabilidades de éxito se logran realizando el procedimiento el mismo día de la ovulación.
- Optar por la inseminación intrauterina por sobre la intracervical, ya que la intracervical es mucho más similar a una relación sexual normal, mientras que la intrauterina se salta el paso en que los espermatozoides deben atravesar el cuello uterino y pasan directo al útero.
- Realizar un tratamiento farmacológico para inducir la ovulación.
La evidencia actual muestra que la inducción farmacológica logra mejorar las tasas de embarazo comparado con una inseminación no estimulada.
La inseminación artificial es una alternativa que, si bien no es infalible, aumenta la tasa de éxito de embarazo en pacientes bien seleccionados.