La semana pasada, la noticia sobre una mujer que dio a luz a una niña en Estados Unidos, recorrió el mundo por ser récord histórico del embrión que ha estado vitrificado por más tiempo: 24 años. Sin embargo, según expertos, el caso podría ser más común de lo que se cree y aseguran que las tasas de éxito son muy similares a embarazos producto de embriones que nunca fueron congelados.
No necesariamente por estar congelado más tiempo, un embrión podría tener menos potencial y por eso, no lograr un embarazo exitoso. Lo habitual es que no pasen demasiado tiempo vitrificados, pues la congelación embrionaria se realiza en el contexto de parejas que buscan embarazo, y por lo tanto les interesa realizar la transferencia en el corto plazo.
La noticia de la mujer que fue madre de una niña que fue conservada como embrión por 24 años sorprendió al mundo por ser el que estuvo en ese estado por más tiempo en la historia. Sin embargo, expertos aseguran que no debiese existir ninguna diferencia entre los que estuvieron congelados por un largo plazo y entre aquellos que lo estuvieron por un corto plazo.
“No hay riesgo de alteraciones, y esto es gracias a que los embriones se mantienen congelados en nitrógeno líquido a -196º C. A esa temperatura, toda la actividad celular se detiene, y por ende no se produce ninguna modificación en las células que forman el embrión. Cuando se descongela un embrión, su actividad vital se reanuda recién en ese momento. En definitiva, el paso del tiempo no tiene ningún efecto en un embrión vitrificado. Es por eso que, en el caso recientemente publicado, en que se transfirió exitosamente en Estados Unidos un embrión que había pasado 24 años congelado, éste seguía teniendo sólo unos pocos días de vida al momento de su descongelación”, explica Francisca Jeria, embrióloga y directora a cargo de Fertilización In Vitro de la clínica SGFertility.
Francisca además explica que “la tasa de sobrevida al descongelar un embrión es muy cercana al 100%, y las tasas de embarazo son prácticamente las mismas que en casos de aquellos que se transfieren sin haber estado congelados, pudiendo superar el 40% con transferencia de un único embrión. En casos de buen pronóstico, la tasa de embarazo puede llegar al 70%”.
Respecto a este tipo de casos en Chile, Francisca destaca que “efectivamente los hay, dado que la congelación embrionaria se realiza en Chile desde los años 90. Sin embargo, no existe el dato para Chile del mayor tiempo que ha estado congelado un embrión antes de ser transferido. Si uno revisa los datos del registro chileno de reproducción asistida, también puede notar cómo los resultados en transferencia de embriones descongelados han sido cada vez mejores”.
Emma Wren, la niña que nació en Estados Unidos, fue criopreservada el 14 de octubre de 1992 y descongelada el 13 de marzo pasado, y nació en noviembre pasado.