¿Qué tratamientos existen para ser madre si no tengo pareja?
Los factores psicológicos implícitos en la inseminación intrauterina nos llevan a determinar y explicar las condiciones que deberían reunir las mujeres que se van a someter a la práctica de inseminación artificial. Mujeres sin pareja que están evaluando la posibilidad de realizarse tales procedimientos, podrían encontrarse con dificultades respecto a su entorno y los diversos desafíos que conlleva enfrentar los diferentes procesos asociados de forma independiente.
En este contexto, los aspectos socioculturales en los cuales está inmersa la futura madre podrían ser factores de cuestionamiento y duda al momento de realizar inseminación artificial. Madres solteras pueden ser especial objeto de crítica por aspectos culturales, morales y religiosos. La elección del método para concebir está pensado, desde esta modalidad de inseminación artificial, a partir de estas premisas. Así, existen la inseminación intrauterina y la fertilización in vitro. Ambos métodos, aunque persiguen el mismo fin de la concepción, son distintos desde el punto de vista técnico y sociológico. El primero, la inseminación intrauterina, por ejemplo, presenta las siguientes características principales:
a.- La fecundación se da en un solo acto.
b.- Existe una mayor permanencia de la futura vida dentro del cuerpo femenino
c.- No existen factores exógenos al cuerpo de la mujer en el proceso, salvo la primera acción.
Estos tres aspectos se acercan y complementan con la noción femenina de que su cuerpo es elemento fértil y creador, y que son ellas la fuente y constructoras de nueva vida. Pensado de esa forma, los lazos afectivos con la futura criatura se hacen cada vez más sólidos. Es bien sabido que las conexiones entre madre y embrión son muy fuertes, y en conformidad con las emociones de la madre, el embrión reaccionara favorable o desfavorablemente.
En cuanto a la fertilización in vitro, encontramos que el acto de la concepción sucede en un contexto ajeno al cuerpo de la futura madre (el laboratorio). En otras palabras, no se ha concebido del cuerpo de ella, sino que es algo que se implanta ya formado, y en una primera instancia el sentimiento y la adecuación a la idea de embarazo se ralentiza. El prepararse para esa situación corresponde a diferentes fases, pues son varias acciones para la concreción de la gestación:
a.- Selección del material genético: el ovocito de ella o de la donante y el espermatozoide seleccionado.
b.- Quien ejecuta el acto de fecundación en el laboratorio (in vitro).
c.- La implantación del óvulo fecundado.
Estos aspectos se corresponden a la ideación de un imaginario en la futura madre soltera, la cual sin apoyo de una pareja se estructura una cantidad de variables, futuro, situaciones, pensamientos. Estos factores, aunados a los costos y a las especificidades técnicas y de salud de la madre en potencia, conforman un universo social a considerar en el tratamiento integral de la futura madre en situación de soltería.
Igualmente, será de gran importancia para el resultado positivo de los tratamientos, informarse adecuadamente de las opciones disponibles, los riesgos asociados y por supuesto que el procedimiento que sea seleccionado sea realizado en un centro de fertilidad especializado.