Infertilidad femenina: causas y tratamientos

Son muchas las mujeres que buscan ser madres y no logran concebir, sin embargo, existe un abanico de posibilidades disponibles para tratar las causas de infertilidad en la mujer e incrementar su probabilidad de ser madre, tal es el caso de los tratamientos para fertilidad femenina, así que no te asustes.

 

Primero que nada, debes conocer cuales son las razones de infertilidad para que sepas cual podría ser tu caso. Las causas de infertilidad pueden ser muy variadas y van desde los hábitos alimenticios hasta problemas hormonales  o congénitos. Entre las principales causas encontramos:

 

  • Problemas de ovulación. Esta tal vez sea la causa más común y podría generarse por los siguientes factores: desbalance hormonal, tumor o quiste, trastornos alimentarios, abuso de alcohol o drogas, problemas con la tiroides, peso excesivo, estrés, ejercicio intenso, ciclos menstruales muy breves, entre otros.
  • Daño en el útero. Esta causa es un poco menos común ya que está asociada a problemas causados previamente y podría generarse por los siguientes factores: enfermedad inflamatoria pélvica, infección, pólipos en el útero, endometriosis, enfermedad crónica, defectos de nacimiento, entre otros.

 

Tratamientos para fertilidad femenina

 

Existen muchos tratamientos médicos y técnicas que ayudan a estimular la fertilidad de la mujer haciendo que aumente su posibilidad de concebir. Entre los más conocidos tenemos los siguientes:

  • Técnicas de reproducción asistida: aunque es la que implica un mayor gasto económico y exposición de la mujer, suele ser una de las más efectivas. Esta técnica consiste en la estimulación del óvulo o el espermatozoide con el objetivo de generar un embarazo. Entre las técnicas de reproducción asistida puedes encontrar: la inseminación artificial, fecundación in vitro y coito programado.
  • Tratamiento con letrozol: es un medicamento que se toma vía oral y hace que el cuerpo produzca más de las hormonas necesarias para hacer madurar los óvulos en los ovarios. Es útil para mujeres con problemas de anovulación y en algunas ocasiones se combina con la técnica de reproducción asistida para estimular el proceso.
  • Gonadotrofinas: este medicamento es recomendado usualmente cuando las mujeres no reaccionan bien ante el letrozol o son ovulatorias, se suministra a través de inyecciones y sirve para estimular de forma directa el crecimiento de óvulos en los ovarios lo cual tiene el propósito de inducir la ovulación.
  • hCG (Ovidrel, Pregnyl o Gonacor) este medicamento en particular va de la mano con las técnicas de reproducción asistida y se implementa a través de una inyección, es una hormona que induce a la ovulación y desencadena la maduración folicular final y luteinización tras la estimulación del desarrollo folicular.

 

Hábitos saludables para favorecer tu fertilidad

 

  • Dieta sana y equilibrada: lo que consumes afecta todo tu cuerpo, desde tu sangre y células hasta tus hormonas, por lo que una buena alimentación es una base fundamental para tu fertilidad. Asegúrate de mantener una dieta equilibrada y consumir los nutrientes necesarios, así como también vitaminas y minerales.
  • Realizar ejercicio: el ejercicio moderado hace posible que tu cuerpo y en especial los órganos reproductores reciban en la sangre la cantidad de oxígeno necesaria para la concepción. La práctica de yoga suele ser bastante favorable para mujeres que buscan quedar embarazadas.
  • Evita consumir medicamentos en exceso: existen muchos medicamentos que producen efectos colaterales y afectan distintas áreas del organismo, por lo que muchas veces suelen ser los causantes de infertilidad. Los principales medicamentos asociados con la infertilidad son: antidepresivos, analgésicos, corticosteroides, antihistamínicos, anabólicos, antiandrógenos, citostáticos, entre otros.

 

Toma suplementos vitamínicos: si deseas quedar embarazada, es positivo complementar la buena alimentación con la implementación de nutrientes y vitaminas. Las vitaminas y suplementos más esenciales son: vitamina A, vitamina C, vitamina E, zinc y selenio.

 

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