Una mujer en edad fértil puede conseguir quedar embarazada en el primer año si mantiene relaciones sexuales periódicas con un hombre fértil. Si esto no sucede y se ha descartado que la pareja sexual sea infértil, es necesario acudir a un médico especialista para que diagnostique la causa del problema e inicie alguno de los tratamientos para la fertilidad femenina disponibles.
Trastornos de la ovulación
La ovulación consiste en la liberación cíclica de un ovocito desde el ovario hacia la trompa. Cuando esto no ocurre u ocurre irregularmente, hablamos de anovulación. La anovulación puede deberse a diferentes causas.
- Síndrome de ovario poliquístico: Es causado por desequilibrios hormonales intraováricos y provoca que los óvulos no se liberen del ovario, quedando acumulados e imposibilitando de este modo el embarazo.
- Disfunción hipofisaria: La glándula hipófisis es responsable de producir la hormona foliculoestimulante, luteinizante, y prolactina, que tienen un rol crucial en la reproducción dado que regulan la ovulación. En algunas circunstancias, por ejemplo cuando la mujer experimenta altos niveles de estrés o cambios abruptos de peso, la hipófisis puede secretar dichas hormonas de manera anómala, impidiendo una ovulación normal.
- Insuficiencia ovárica prematura: De forma normal los ovarios dejan de producir óvulos fértiles cuando la mujer entra en la menopausia, sin embargo, en este trastorno la función de los ovarios decrece significativamente durante la edad fértil de la mujer. Las causas más frecuentes son trastornos autoinmunes, factores genéticos, cirugía o quimioterapia.
Esterilidad tubárica
Cuando las trompas están dañadas o tienen algún elemento externo o de su propio tejido que interrumpa su permeabilidad, impidiendo el encuentro entre ovocitos y espermatozoides y luego el transporte del embrión desde la trompa hacia el útero, ello impide el inicio y desarrollo de un embarazo. La causa de estos bloqueos puede deberse a enfermedades inflamatorias de la pelvis, infecciones, endometriosis y cirugías previas por embarazos ectópicos o apendicitis.
Endometriosis
Esta enfermedad ocurre cuando el tejido que crece en el útero durante el ciclo menstrual para recibir al embrión luego de la fecundación, se encuentra además en otros sitios en los que no es normal se encuentre (ovarios, vejiga, trompas, peritoneo pélvico). Para corregir el problema, se utiliza la resección quirúrgica de todo el tejido anormal, en general por vía laparoscópica. La terapia hormonal está indicada en algunas circunstancias específicas.
Anomalías del aparato reproductor
Existen algunas causas que pueden impedir el funcionamiento normal del aparato reproductor e impedir la implantación o producir abortos espontáneos.
- Pólipos, fibromas o miomas: Son formaciones anómalas de tejido originados en el endometrio o en el miometrio (fibras musculares que forman la pared uterina). Cuando se ubican en la cavidad uterina, alterna el tamaño y forma de ésta. Su presencia disminuye la posibilidad de que un embrión se implante y aumentan el riesgo de que ocurra un aborto espontáneo del primer trimestre.
- Cicatrices en la pared uterina: También se denominan sinequias uterinas. Su origen es más frecuente es la cicatrización anormal de procedimientos quirúrgicos previos (legrados uterinos, por ejemplo).
- Mucosidad deficiente: Cuando el moco producido por el cérvix no tiene la calidad necesaria para permitir el paso y transporte de los espermatozoides hacia el útero, se dificulta conseguir la fecundación.
Casi todos estos problemas pueden abordarse y solucionarse con los tratamientos para la fertilidad femenina. Lo que determina el éxito del proceso es cuán temprano se detecta y trata la patología, y por eso no hay que retrasar nunca los tratamientos.
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