¿De qué manera la vitamina D afecta a la fertilidad?

La mayoría de las personas al menos ha escuchado acerca de la vitamina D, ya que se ha hablado ampliamente de ella durante los últimos años. Además se le conoce como la «vitamina del sol». La piel produce vitamina D como respuesta a la exposición a la luz solar y también se puede encontrar en alimentos y suplementos.

Sin embargo, lo que la mayoría de las personas posiblemente no sepa es que el nivel de vitamina D de una persona puede afectar a su fertilidad. Les compartimos la siguiente entrevista al director médico de SGF USA, Dr. Eric Widra, de los centros de K Street y de Sibley Hospital Campus de SGF, en que analiza de qué manera la vitamina D puede afectar a la fertilidad de la mujer.

¿QUÉ ES LA VITAMINA D?

La vitamina D3 (colecalciferol) es la principal forma de la vitamina D en el cuerpo. Esta es la forma que se produce en la piel y que se puede encontrar en algunos alimentos y suplementos nutricionales. La vitamina D que se vende con receta es la vitamina D2 (ergocalciferol). En general, las investigaciones demuestran que metabolizamos de manera más eficiente la vitamina D3 que la vitamina D21.

Si nos exponemos al sol el tiempo suficiente, la mayoría de nosotros podemos producir toda la vitamina D que necesitamos. Sin embargo, muchas mujeres no se exponen al sol lo suficiente como para mantener un nivel normal de vitamina D durante todo el año. Pocos alimentos son ricos naturalmente en vitamina D, así que también es difícil obtenerla en cantidad suficiente en la dieta.

Otros factores también pueden afectar el nivel de vitamina D. Por ejemplo, si tiene sobrepeso o su piel es oscura, puede estar en riesgo de deficiencia de vitamina D. Por estas y otras razones, muchas mujeres que tratan de concebir probablemente puedan tener un nivel bajo de vitamina D.

¿CÓMO SE RELACIONA LA VITAMINA D CON LA FERTILIDAD?

La vitamina D se ha relacionado con una variedad de beneficios para la salud. En el caso de las mujeres que intentan concebir, esta parece relacionarse con una mejor fertilidad, así como también con un embarazo sano. Debido a estos beneficios potenciales.

Según afirma el Dr. Widra, «Los datos acerca de la vitamina D y la fertilidad natural, así como también del éxito durante el tratamiento para la fertilidad, son algo variados. Existen algunos estudios que demuestran que un nivel alto de vitamina D mejora las tasas de éxito tanto en la fecundación in vitro (FIV) como en la transferencia de embriones de ovodonación congelados. Otros estudios no han demostrado dicha conexión».

Aunque los datos para la vitamina D y la fertilidad no son concluyentes, varios estudios han descubierto que niveles sanguíneos de vitamina D de 30 ng/ml o más están asociados a tasas más altas de embarazo2-5. Dos estudios determinaron que, entre poblaciones con mayoría de mujeres blancas caucásicas no hispanas, aquellas con un nivel normal de vitamina D tenían 4 veces más probabilidades de quedarse embarazadas mediante FIV en comparación con aquellas que tenían un nivel bajo de vitamina D3-4. Otro estudio descubrió que las receptoras de ovodonación con un nivel normal de esta vitamina tenían tasas más altas de embarazo que aquellas con un nivel bajo de vitamina D6.

Un reciente metaanálisis investigó si los niveles sanguíneos de vitamina D se relacionaban con las tasas de nacidos vivos en mujeres sometidas a tratamientos para la fertilidad. Se determinó que mujeres con un nivel mayor que 30 ng/ml tenían tasas de nacidos vivos más altas que aquellas con niveles más bajos de vitamina D7.

¿CUÁNTA VITAMINA D NECESITO?

SGF USA, recomienda que las mujeres con un nivel de vitamina D inferior a 24 ng/ml tomen 4000 UI al día. Para aquellas con un nivel de vitamina D de 24 a 30 ng/ml, SGF recomienda tomar 2000 UI al día.(Recomendamos de todas formas consultar con su médico para una suplementación ideal)

“Nuestro objetivo es dejar a la mujer en el intervalo normal de vitamina D que suele ser por sobre los 30 ng/ml. No conocemos el intervalo de nivel sanguíneo exacto en que la vitamina D afecta a la fertilidad. Sentimos que un umbral razonable es el intervalo normal aceptado de aproximadamente 30 ng/ml y superior”, afirma el Dr. Widra.

Una vez alcanzado el objetivo de 30 ng/ml, es adecuado tomar 2000 UI de vitamina D al día para mantener un nivel normal.

¿LA VITAMINA D TAMBIÉN ES IMPORTANTE DURANTE EL EMBARAZO?

Alcanzar un nivel normal de vitamina D no solo parece afectar positivamente la fertilidad, sino también mejorar las probabilidades de tener un embarazo sano. Estudios han vinculado la deficiencia de vitamina D durante el embarazo a un mayor riesgo de parto prematuro, diabetes gestacional, preeclampsia (presión arterial muy alta durante el embarazo) y vaginosis bacteriana8-11.

Así que seguir con un suplemento de vitamina D una vez embarazada es bueno tanto para la madre como para el bebé. Investigaciones han demostrado que tomar de 2000 a 4000 UI de vitamina D es seguro y eficaz para alcanzar un nivel normal de esta vitamina para las mujeres embarazadas y prevenir la deficiencia de vitamina D en los recién nacidos12-13.

¿QUÉ PRODUCTOS CON VITAMINA D RECOMIENDA?

Se recomiendan que sean aprobados y tengan certificados por organismos como el ISP y la NSF para garantizar su precisión, pureza, ausencia de contaminantes y desintegración adecuada.

Los suplementos nutricionales pueden ser un complemento importante a su tratamiento para la fertilidad, pero no reemplazan la evaluación y el cuidado de la fertilidad.

Las mujeres deben someterse a una evaluación de su fertilidad si tienen menos de 35 años y han tenido relaciones sexuales sin protección durante 1 año; después de 6 meses si tienen entre 35 y 39 años, y después de 3 meses si tienen 40 años o más. También deben consultar a un endocrinólogo reproductivo antes de comenzar cualquier régimen de vitaminas.

REFERENCES:

  1. Houghton and Vieth. Am J Clin Nutr. 2006; 84(4):694-7.
  2. Paffoni et al. J Clin Endocrinol Metab. 2014; 99(11):E2372-6.
  3. Ozkan et al. Fertil Steril. 2010; 94:1314-19
  4. Rudick et al. Hum Reprod. 2012; 27(11):3321-7.
  5. Garbedian et al. CMAJ. 2013;1(2):E77-82.
  6. Rudick et al. Fertil Steril. 2014; 101(2):447-52.
  7. Chu et al. Hum Reprod. 2018; 33(1):65-80.
  8. Bodnar et al. Obstet Gynecol. 2015; 125(2):439-47.
  9. Zhang et al. Nutrients. 2015; 7(10):8366-75.
  10. Baca et al. Ann Epidemiol. 2016; 26(12):853-857.
  11. Bodnar et al. J Nutr. 2009; 139:1157-61.
  12. Hollis et al. J Bone Miner Res. 2011; 26(10):2341-57.
  13. Rodda et al. Clin Endocrinol (Oxf). 2015; 83(3):363-8.

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