Testimonio Constanza, paciente programa Oncofertilidad.

Constanza tiene 32 años, es psicóloga y trabaja en Iquique como directora regional del Hogar de Cristo.

Nos cuenta su testimonio en el mes de la concientización del cáncer de mama, para dar a conocer la opción de poder preservar fertilidad, congelando los óvulos, para mujeres que se deben someter a tratamiento oncológico.

“Siempre he sido muy intensa para todo y llevaba una vida muy agitada por la pega que tengo y siempre me ha gustado hacer muchas cosas a la vez.

En cuanto a temas de salud, nunca había presentado nada, ninguna operación o antecedente familiar…nada, así que un día haciéndome al autoexamen me encontré un porotito en la pechuga derecha y dejé pasar como una semana para ir al ginecólogo. Me hizo una eco mamaria y me comentó que tenía muchos nódulos, por lo que me derivó a un especialista que estaba en el mismo edificio.

Fui inmediatamente con una radióloga que me comentó que esto le ocurría a muchas mujeres. Me preguntó si tenía antecedentes familiares de personas con cáncer, abuela mamá, prima o tía…y yo no tenía ninguno…me hizo una eco, empezó a revisar y me comentó que había uno que no le gustaba por la forma, por lo que me mandó hacer una biopsia urgente y me derivó a otro centro especialista. En ese lugar me dijeron que no había hora hasta 15 días más, y ahí me empecé a asustar. Encontraba raro no tener antecedentes familiares…y no sé si fue asintomático, pero se me empezó a inflamar un ganglio cerca de la axila y empecé a sentir dolor.

Fui al ginecólogo y me dijo que me fuera de forma urgente a Santiago para hacerme una biopsia allá. Justo por pega tenía que viajar un día lunes, por lo que adelanté mi viaje. Fui a Santiago con la esperanza de que fuera un nódulo, que me tuvieran que operar, porque siempre soy muy positiva.

Me hicieron la biopsia y me comentaron que los resultados estarían en 15 días más. Así que tenía todo listo para devolverme a Iquique, para luego volver por los resultados, pero me llamaron un día antes de viajar y me pidieron que no viajara, que me quedara en Santiago, porque ya estaban los resultados y tenía el diagnóstico de cáncer de mama.

Ahí se me vino el mundo abajo en un segundo…y sobre todo por el cuestionamiento de qué va a pasar, de saber cómo será esto.

Al no tener antecedentes familiares, ni historias de algún cercano, era un tema lejano para mi…pero mi preocupación principal era el tema de la maternidad…si me preguntas a que le tenía miedo en ese minuto, era al no poder ser madre. Ese era mi principal susto…

Luego de esto comencé las atenciones en la FALP, gracias a un convenio del Hogar de Cristo.

Los oncólogos me comentaron como iba a ser el tratamiento. Mi cáncer además es atípico, porque es un cáncer que no es el que les da a todas las mujeres… y que además por mi condición, al no tener antecedentes genéticos, es de un tipo súper agresivo… por tanto había que atacarlo si o si y comenzar con las quimios ya.

En la consulta, el Oncólogo dentro de todas las preguntas, me consultó junto a mi pareja si queríamos ser padres. Le respondimos que sí y me comentó sobre SGFertility, que eran súper responsables y una clínica bien seria para el tema de la congelación de óvulos. Este era un mundo desconocido para mí, no tenía idea sobre el tema. Lo más cercano que conocía sobre el tema de la infertilidad, era lo que por sentido común uno puede saber.

El oncólogo fue categórico en decirme que las quimios podían afectar el tema de la fertilidad, así que la congelación de óvulos, era importante y era una alternativa. Sabía que tiene un costo importante, pero cuando supe de la posibilidad, para mí fue un gran alivio, por que más que el cáncer mismo, mi principal miedo cuando me indicaron el cáncer era el no poder ser madre…

Además como ya tengo 32 años, me había puesto en campaña. Pensaba ahora es el momento como para bajar un poco las revoluciones y esperar tranquilamente cuando se diera…y por eso la noticia del cáncer fue impactante, porque el miedo era no poder ser madre…

De esta forma conocí la clínica…entonces ese mismo día llamé para pedir una hora y me acuerdo que tenían hora como para el viernes siguiente, pero al contar mi caso me hicieron un sobre cupo, así que eso fue un gran primer alivio.

Cuando llegué a la clínica, me atendí con el Dr. Mondion, él fue un 7, porque nos explicó todo el proceso de cómo afecta el cáncer al cuerpo, de las consecuencias. Fue muy explicativo, eso nos tranquilizó mucho a ambos y cuando salimos de la consulta, automáticamente dijimos: ya, cómo se hace, dónde pagamos etc., no nos cuestionamos el hecho de hacerlo…hay que hacer un sacrificio económico, por sobre todo lo que el cáncer requiere, pero se transformó en una prioridad y fue clave en esto, la explicación que nos dio el Médico y de cómo enfrentarlo…

Lo que rescato mucho de la clínica es el ambiente cuando tu llegas, la acogida de las chicas que están en recepción, la calidez en si de la clínica y el equipo muy humano.

El equipo técnico preocupado de responder a las dudas y a explicar. Eso también es demasiado bueno, porque uno desconoce del tema, estás llena de interrogantes y algunas cosas pueden parecer muy básicas, que incluso te puede dar hasta lata preguntar, pero ellas siempre están dispuestas a resolver cualquier duda que uno tenga y eso es valorable.

No en todos los lados se ve gente de esa calidad humana, profesional y que no están sólo por cumplir. Siento que las habilidades blandas juegan un rol fundamental a la hora de relacionarse con los pacientes como nosotros.

Cuando comencé con el tratamiento, fue todo un desafió, porque era el desconocimiento máximo. Nunca había tenido algún cercano que se hubiera hecho un tratamiento de fertilidad, como para saber cómo es y menos de congelación de óvulos.

Aprendí desde preparar hasta a inyectarme los medicamentos. Fue clave como el equipo de enfermería tiene la predisposición de entregar los medicamentos, enseñarte como se hace…y no lo encontré para nada invasivo, sólo ser estricto con el tema de las horas….

El único inconveniente que tuve, y creo fue por los nervios, fue que se me atrasó el periodo y eso me tenía súper inquieta. Si no me llegaba, se me atrasaba mi proceso de las quimios, que era otro tema que me tenía bien preocupada y que teníamos que partir cuanto antes. Así que le escribí a mi oncólogo y me comentó que estuviera tranquila y que, si se retrasaba un par de días, no tendría mayor impacto y finalmente sólo se retrasó 3 días para comenzar el tratamiento de las quimio.

El día de la extracción de óvulos me sentí demasiado acogida. Toda la preparación, el ambiente el lugar, siento que facilita mucho el proceso. No tenía miedo… por ejemplo, la anestesia que a mucha gente le complica, en verdad yo me sentí muy tranquila.

Nuevamente lo que más rescato, es la calidad humana de los profesionales que trabajan en la clínica. Es importante, porque te transmite la seguridad cuando estás en un procedimiento, que de partida nunca esperaste estarlo y que es desconocido…

Quise dejar este testimonio, porque también lo he transmitido mucho a amigas y a familiares que aún no son madres y que quieren serlo en algún momento y la importancia también de conocer que la preservación de fertilidad existe, que es un proceso serio, que son buenos profesionales y eso da seguridad, tranquilidad y es una opción.

Tengo amigas que tienen más de 35 años y que quieren ser madres algún día, pero están en la etapa profesional de perfeccionarse y lo han postergado….Por esto empecé a contar mi historia y siento que se ha ido sensibilizando mucha gente con el tema. De que la congelación de óvulos existe; que está, que quizás uno desconoce, pero que es una opción súper viable y que es para cualquier mujer y no sólo para pacientes oncológicos.

El consejo que le puedo dar a otras pacientes que pueden estar pasando por lo mismo que yo, es que creo que es clave el estado de ánimo que debes tener para enfrentar este tipo de enfermedades, porque te ayuda mucho en el proceso…Si bien yo lloré al principio 2 días a full, porque era todo un mundo nuevo y desconocido a la vez con muchas interrogantes, cuando comienzas a ver estas alternativas, cambia…

El otro consejo que puedo dar es que es una muy buena opción el poder congelar los óvulos, una alternativa factible y que es bueno darlo a conocer, para que muchas mujeres que se encuentran en esta primera etapa del cáncer puedan hacerlo. Lamentablemente hay muchas personas que no alcanzan por el tema de los tiempos para comenzar las quimios y por el cáncer en sí…pero si es algo que vale la pena conocer y poder acceder».

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