El congelamiento de ovocitos (óvulos) es un método utilizado por mujeres que por diversos motivos eligen postergar la maternidad y quieren aumentar sus probabilidades de quedar embarazadas en el futuro. Las principales razones para ello son la postergación voluntaria de la maternidad y el tener condiciones (Quistes dermoides o endometriosis del ovario) o recibir tratamientos que tengan el daño ovárico como efecto adverso (quimioterapia)
El tratamiento se divide en dos grandes etapas. La primera consiste en una estimulación ovárica controlada, mediante la administración de hormonas, para que en un solo ciclo se desarrolle el mayor número posible de folículos. En la segunda parte, se procede a la extracción de los óvulos maduros mediante un procedimiento de aspiración folicular.
Este un procedimiento que se realiza en pabellón quirúrgico, con sedación y consiste en la punción vía transvaginal de los ovarios, guiados por ecografía.
Como cualquier tratamiento médico, la conservación de óvulos presenta riesgos y beneficios que es necesario evaluar cuidadosamente para tomar una decisión informada.
1. Efectos secundarios posibles
Para poder extraer un conjunto óvulos es necesario realizar una terapia hormonal. Es frecuente que debido a ella se presenten síntomas similares a los de un ciclo menstrual. Algunos de estos podrían ser: cambios anímicos, distensión abdominal, aumento de la sensibilidad mamaria, pesadez en las piernas.
2. Riesgos asociados a la estimulación ovárica
El principal riesgo asociado a la estimulación ovárica controlada es el de padecer el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica (SHO). Este se produce cuando el cuerpo de la paciente no responde adecuadamente a la terapia hormonal y produce más folículos de los esperados.
Algunos factores que pueden aumentar la incidencia del SHO son la edad y el estado de salud, especialmente si se tiene Síndrome de Ovario Poliquístico y se es delgada. Debido a los controles rigurosos es posible predecir su ocurrencia y modificar o detener la terapia hormonal a tiempo. De hecho, solo un 4% de las pacientes llega efectivamente a padecerlo.
3. Riesgos asociados a la extracción de óvulos
La aspiración folicular se realiza de forma ambulatoria con una aguja que tiene incorporado un mecanismo de succión. Se utiliza sedación y presenta los mismos riesgos asociados a cualquier procedimiento quirúrgico. Estos pueden ser: complicaciones o alergias derivadas del uso de anestesia e infecciones bacterianas en el sistema reproductor.
4. Edad a la que es recomendable conservar los óvulos
Lo ideal es conservar los óvulos a la edad más temprana posible, ojalá antes de los 35 años. Después de esa edad comienza a disminuir rápidamente la cantidad de óvulos y también su calidad. Esto es importante porque óvulos más jóvenes, y por ende de mejor calidad, responden mucho mejor al tratamiento de fecundación in vitro en el futuro
6. Forma en la que se conservan los óvulos
En la actualidad se utiliza un procedimiento de congelación ultra rápida llamado vitrificación. De esta forma se impide la formación de cristales lo que ayuda a que la tasa de supervivencia de los óvulos congelados al momento de utilizarlos sea superior al 90%.
7. Duración de los óvulos congelados
Si bien los óvulos congelados no tienen fecha de vencimiento existen restricciones para poner límite a la cantidad de tiempo que se pueden mantener congelados. Esto depende de la legislación vigente y de las políticas propias de cada centro de reproducción asistida.